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lunes, 15 de julio de 2013

MANUEL HERRERA MACARIO: “Esta crisis no pone en peligro el futuro del club”

MANUEL HERRERA MACARIO / PRESIDENTE DEL CN METROPOLE


“Las decisiones deben ser estratégicas y con una planificación a largo plazo, sin supeditarlas a réditos políticos o redes clientelares tan perjudiciales”


“Es indudable que hay que trabajar con mucha ilusión y mucho corazón, pero más profesionalmente que nunca”

Las Palmas de GC (Canarias), 15 de julio de 2013 / Entrevista - Deportes Náuticos / José Antonio Cabrera - ASSOPRESS.

La crisis está convulsionando la pacifica existencia de la mayoría de las entidades sociales y deportivas de Canarias. Clubes emblemáticos y señeros han protagonizado noticias fruto de la acuciante situación. Manuel Herrera Macario, presidente del CN Metropole, asegura con rotundidad que esta acuciante crisis no pone en peligro el futuro de la entidad. Receta mucho trabajo, ilusión, profesionalidad, planificación y toma de decisiones estratégicas para encarar estos tiempos que corren. Después de que la junta directiva tuvo que esperar a una segunda convocatoria para aprobar las cuentas del ejercicio 2012, se muestra de lo más tajante al afirmar que “determinados objetivos políticos y electorales han perjudicado las asambleas del club”.


- ¿Cree usted que situaciones difíciles como las que viven otras entidades también acontecen en la entidad que preside?

-Ésta es una pregunta compleja, con una respuesta sencilla. Cuando alguien me pregunta si el CN Metropole pasa por dificultades, siempre contesto lo mismo. La totalidad del país sufre unas terribles dificultades, y nosotros no somos un ente independiente y ajeno a esa situación. Por supuesto que estamos acometiendo ajustes, pero no ahora, sino desde hace más de tres años, para adaptar la estructura del club a las cambiantes circunstancias. Generalmente los cambios tardan en aceptarse, y más aún en estructuras muy tradicionales como somos los clubes que arrastramos tanta historia.


-¿Honestamente, el Club Natación Metropole atraviesa por una situación delicada a nivel financiero o patrimonial que ponga en peligro su futuro?

-Con absoluta rotundidad le respondo que no. Esta crisis no pone en peligro el futuro del club. Es indudable que hay que trabajar con mucha ilusión y mucho corazón, pero más profesionalmente que nunca. Las decisiones deben ser estratégicas, y con una planificación a largo plazo, sin supeditarlas a réditos políticos o redes clientelares que tan perjudiciales son para la rica vida de un club.


-¿Cómo definiría entonces la salud de la entidad?

-Ahora mismo, cualquier analista financiero determinaría, con nuestras auditadas cuentas anuales, que estamos en niveles de equilibrio, sobre todo teniendo en cuenta el enorme patrimonio que atesora el club, con su terreno e inmuebles. Los créditos solicitados, y activos, se están liquidando diligentemente y han servido para mejorar el activo de la entidad. Una muestra relevante, aunque poco visible a los ojos de la mayoría, es la importante inversión que estamos ajustando para adaptar toda la instalación eléctrica a la normativa electrotécnica de baja tensión. No es sólo el cumplimiento de la normativa en la materia, sino la sustancial mejora en la seguridad de los miles de socios que diariamente acuden a nuestras instalaciones.


-Las mejoras continuas en las instalaciones resulta evidente y sólo hay que visitar las instalaciones. ¿Entonces, por qué ha sido necesario el convocar una asamblea general extraordinaria para aprobar las cuentas anuales y el presupuesto de 2012?

-Sí, efectivamente, ha sido necesario. Pero mire usted, nos olvidamos de que también ha sido necesario presentar la memoria anual social y deportiva. Cuando en una primera asamblea no hemos logrado explicar adecuadamente una cosa tan obvia, como un mero relato cronológico de los éxitos deportivos obtenidos, del número de licencias federativas o de las actividades benéficas y culturales realizadas, es que algo estamos haciendo mal. Tras este primer fracaso de comunicación, después de quince años de desinteresado trabajo, pudimos contentarnos con aceptar el golpe y seguir trabajando en este último año de mandato. Pero no nos pareció ni serio, ni responsable. Somos conscientes de que siguiendo las directrices de esta junta directiva, nuestro equipo de profesionales ha realizado un buen trabajo, y eso debía conllevar el apoyo y reconocimiento de los socios. Por eso, adoptamos lo que consideramos una decisión, tan humilde como valiente, volviendo a solicitar que se nos permitiera explicar una documentación tan transparente como resolutiva.


-¿Manuel Herrera Macario y su junta directiva están satisfechos con que los socios hayan aprobado las cuentas, aunque haya sido en una segunda convocatoria?

-No, en absoluto. Evidentemente, haber obtenido el apoyo de la mayoría de los socios a la gestión realizada es fundamental, es muy importante, pero se constata un mal ambiente que se necesita eliminar. Esto históricamente ha sido ajeno a la buena convivencia existente en el club. Cuando hablo de mal ambiente me refiero exclusivamente a estas convocatorias, que son tan importantes como especificas, pero que nada tienen que ver con el día a día de la entidad. Cualquier socio, deportista o usuario de este club, cuando viene cualquier día, disfruta siempre de un ambiente calmado y sosegado, muy imbuido de los valores deportivos de una institución que ha ayudado a la educación y mejora de tantos miles de niños y jóvenes. Ésa es nuestra realidad histórica. Pero por razones que no logro determinar al cien por cien, y de las que seguro que alguna responsabilidad tengo, determinados objetivos políticos y electorales han perjudicado las asambleas del club.


-¿A qué se refiere concretamente?

-Me refiero a que se ha generado crispación, me refiero a que se han fomentado los enfrentamientos, hablo de la crítica infundada y malintencionada, hablo de jugar con una inusitada crueldad con el prestigio y el honor de las personas. Debemos excluir esta lacra de nuestra sociedad lo antes posible, porque este tipo de ambientes enrarecidos, por desgracia, se crecen, y más aún cuando todos estamos pasando por difíciles circunstancias. Una cosa es exponer libre y educadamente los planteamientos, una cuestión es exponer problemas, y si se puede las soluciones, pero otra cosa bien diferente es encender fuegos, alimentar enfrentamientos, para acosar a una junta directiva, que somos socios, igual que todos y que voluntariamente hemos asumido una responsabilidad, de forma ilusionada y desprendida. Lo que ningún socio debe permitir, y en esto soy categórico, es que este mal ambiente siga creciendo, porque lo pagamos todos, y lo que es peor, la elevada percepción que todo el mundo tiene del Club Natación Metropole se va difuminando con desgraciada celeridad.


-¿Se le ocurre alguna solución a este problema?

-Sí, por supuesto que sí, y se lo dice un hombre que lleva cuarenta años vinculado a esta entidad. La toma de decisiones genera desgaste, y en ocasiones incomprensión, pero estoy orgulloso de que hasta mis detractores me tienen como un hombre del deporte, y especialmente un hombre honrado. Esto es algo que nadie me puede arrebatar. Con mi experiencia, tengo claro que la situación a este posible quebranto social es ilusión, empuje y capacidad de trabajo. Esto es lo que nos hace falta, pero no sólo en el Metropole, sino a toda la sociedad española.  Todos los que estamos discutiendo en las asambleas, todos los que hemos participado en los últimos procesos electorales, somos los de siempre. Todos hemos sido compañeros de junta directiva, y por eso hace falta savia nueva. Por esta misma razón, tome la decisión de no volver a presentarme a unas nuevas elecciones. No es que no me encuentre con ganas de trabajar, no es que este cansado, y mucho menos que tenga respeto de no volver a obtener el mayoritario apoyo de los socios, pero todo tiene un tiempo, y entiendo que la junta directiva que tengo el honor de presidir debe cerrar una etapa. Son tiempos de cambio, hay que reinventarse, y hay que dejar espacio para que los socios más jóvenes, que tengan una demostrada dedicación por el deporte y los valores del club, y que puedan aportar una optima preparación, continúen con la profesionalización de una estructura asociativa del siglo XXI.


-¿Y a partir de ese momento que va a hacer usted?

-¿Qué voy a hacer? Pues lo de siempre, vivir el club, ayudar en lo que buenamente pueda y disfrutar de la amistad de los miles de socios que tenemos. Una cosa está clara, siempre apoyando y siempre aportando a quien pueda demostrar que quiere a esta entidad, a sus valores y a un proyecto deportivo y social que nació en 1934.