Una de las formas de amedrentar a los pueblos del mundo

El ensañamiento de los Gobiernos de Estados Unidos y demás países Imperialistas miembros de la OTAN contra Libia.

Venezuela, 4 de julio de 2011 | Crónica | José Eulícer Mosquera Rentería

Con evidentes propósitos de apoderarse del petróleo y demás recursos estratégicos libios, y bajo el pretexto de defender al pueblo libio de las supuestas “matanzas”, jamás demostradas, de su gobernante legitimo Muammar Al Gadhafi, las potencias imperialistas occidentales miembros de la OTAN , encabezadas por los Estados Unidos, Francia, Italia e Inglaterra vienen realizando los más mortales bombardeos sobre las principales ciudades de ese valiente país, destruyéndole su más importante infraestructura, al tiempo que se apoyan en el grupo paramilitar mercenario denominado “Frente Nacional para la Salvación de Libia, FNSL”, creado en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota criminal apoyado por los Estados Unidos de América que gobernó a ese maltratado país desde 1.977 hasta 1.985, convirtiéndolo en el país del mayor desplazamiento forzado y de los más altos índices de miseria del mundo, según datos de Naciones Unidas.

Según informaciones de medios noticiosos de África y Oriente, las potencias imperialistas al tiempo que su aviación neutraliza a las tropas del Gobierno Libio a través de sus criminales bombardeos y de los ataques de su grupo paramilitar mercenario de tierra, sus trasnacionales saquean el petróleo libio a través del Mediterráneos, y no les ha importado producir miles de muertos en la población civil. Es decir que son los gobernantes de Estados Unidos y de los demás países miembros de la OTAN quienes en aras de saciar sus ambiciones hegemónicas y económicas están produciendo las matanzas y los crímenes de lesa humanidad en Libia, y por tanto, debe ser a ellos a quienes debe juzgar la Corte Penal Internacional. Es un despropósito que dicha corte sea contra Gadhafi que expida orden de captura, cuando él solo ha estado defendiendo a su país y a su pueblo contra los ataques criminales y terroristas de esos gobiernos y sus paramilitares mercenarios.

Estamos frente a la manipulación y utilización perversa por parte de las potencias imperialistas occidentales como instrumentos de opresión, de los más importantes organismos internacionales creados por la humanidad para garantizar la convivencia pacífica, la paz duradera y la justicia, como son la ONU y la Corte Penal Internacional, CPI. Contra lo cual deberían manifestarse los gobiernos democráticos y progresistas del resto del mundo, y las organizaciones sociales poner a andar la más fuerte solidaridad para con el pueblo libio y su gobierno legitimo constitucionalmente, y dentro de las normas de la doctrina del derecho internacional.
Desde finales de la denominada Segunda Guerra Mundial, cuando en forma cobarde le lanzo las bombas atómicas a unos pueblos indefensos del Japón, cuando ya ese país había firmado la capitulación ante las “Tropas Aliadas”, Estados Unidos a través de sus gobernantes se mantiene mostrándole el bíceps al resto del mundo como señal de que ellos tienen todo el poder militar para someter a los demás pueblos y países a sus intereses, es decir que viene practicando una política de terrorismo de Estado. Ello ha quedado evidenciado en sus agresiones militares y guerras de rapiña contra Vietnam, Laos, Camboya, Cuba, Afganistán, Irak, y hoy contra Libia, entre muchas otras, en muchos casos apoyándose en regímenes usurpadores, criminales y genocidas como el de Israel y los que tuvieron Somoza en Nicaragua, los Duvalier en Haití y Pinochet en Chile, y en todas se han cometido crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, para esos gobernantes no han habido baltazares garzones que los denuncie, ni cortes internacionales que los juzgue, y esto no puede continuar así. ¿Será que en el fondo esa corte se ha creado solo para juzgar a los gobernantes “tercer mundistas” que no entren o se zafen del regazo de los gobernantes de las grandes potencias imperialistas y neocolonialistas?

Según estudios de organismos internacionales competentes, publicados en el Almanaque Mundial de Televisa, 2010, el 96% de los libios está con Gadhafi y los procesos de transformación que ha venido adelantando en el país, por lo cual este valiente líder se ha atrevido a decirle a los Gobiernos agresores de los países miembros de la OTAN , que “jamás lo podrán matar porque está escondido en el corazón de millones de libios”. No obstante Gadhafi en varias ocasiones, desde que se iniciaron las agresiones, ha invitado a los agresores armados nacionales a sentarse en la mesa de negociaciones para concertar acuerdos, contando con mediación internacional, sin embargo estos se han negado rotundamente, porque su papel es servir de instrumentos a las potencias imperialistas, para aniquilar a Gadhafi y a sus más cercanos, y finalmente imponer un gobierno de peleles encabezado por el súper gusano Ibrahim Sahad, que ya han creado en el exterior Obama, Berlusconi, Zarkozy y otros gobernantes de las potencias agresoras, eliminando de esta manera el más poderoso obstáculo para el saqueo del país y la opresión del pueblo libio.

Es inaceptable entonces que la ONU y la CPI continúen acolitando estos criminales actos de bandidaje a través de los cuales se pisotea la democracia y la justicia, y se cometen las más flagrantes violaciones a los derechos humanos, al Derecho Internacional Humanitario, a la soberanía nacional y al principio de autodeterminación de los pueblos. Confío en que los pueblos y fuerzas democráticas y progresistas del mundo muy pronto despertarán del letargo en que las han sumido los gobiernos imperialistas mediante la manipulación dirigida desde sus poderos medios de desinformación, y tomaran cartas en este asunto, a favor del valiente pueblo libio liderado por su gobernante legitimo, Muammar Al Gadhafi.