jueves, 13 de octubre de 2011

Valle Inclán grita en el Teatro Cuyás

El experimento esperpéntico Divinas Palabras toma cuerpo este fin de semana en el teatro que gestiona el Cabildo de Gran Canaria a través de la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, que preside Larry Álvarez

Atalaya Teatro (Premio Nacional de Teatro en 2008) será la compañía encargada de dar vida a los tipos del genial dramaturgo, tras su reciente éxito en China

El montaje se enmarca en un ciclo sobre Valle impulsado junto a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)


Las Palmas de GC, 13 de octubre de 2011 | Cultura - Teatro | Gabinete de Prensa.

Ramón María Valle Inclán hubiese querido ser "no el hombre de hoy, sino el de pasado mañana". “Mis obras no son de este tiempo. Pero les llegará su día”, dijo en una ocasión. 75 años después de su muerte, ese día ha llegado: el "punto máximo de nuestro teatro expresionista", su obra, Divinas Palabras, se representa este fin de semana (viernes y sábado, a las 20.30 horas) en el Cuyás, de la mano de Atalaya Teatro, compañía ganadora del Premio Nacional de Teatro (2008) que integran, entre otros, Joaquín Galán, Silvia Garzón, Mamen Gallardo, María Sanz, Raúl Vera, Beatriz Ortega, Lidia Mauduit y Jerónimo Arenal.

El montaje, presentado este jueves en rueda de prensa por el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, y por su director , Ricardo Iniesta, forma parte de un ciclo impulsado junto al Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Éste combina charlas, encuentros con actores y representaciones teatrales, y ofrece a los estudiantes del centro precios especiales (descuentos del 30 por ciento) y la convalidación de créditos ECTS.

El interés de Divinas palabras radica en que es la única obra de Valle que contiene elementos de su teatro mágico, rural y galaico, por un lado, y del esperpento, más urbano y con ribetes políticos, por otro.

Así, aunque fue escrita en 1920, casi al mismo tiempo que Luces de Bohemia, Los cuernos de don Friolera o Farsa y licencia de la reina castiza, Divinas Palabras supone el punto de inflexión entre el Valle artaudiano (por Artaud, padre del llamado “Teatro de la Crueldad”) y el Valle brechtiano (Bertolt Brecht fue el padre del “Teatro Épico”, más político que mágico).

En ‘Divinas…’, la crueldad alcanza su cenit, y aunque se mantiene la magia, comienza a tomar cuerpo el esperpento, con antecedentes pictóricos como el Bosco, Velázquez (bufones y enanos), Goya (disparates y caprichos) o el tenebrista Solana.

ESPERPENTOS PECADORES

“Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Esas son las “divinas palabras” que pronuncia el sacristán Pedro Gailo, uno de los personajes de esta particular historia, que gira en torno a un enano idiota y monstruoso cuya madre lo pasea de feria en feria pidiendo limosna. Cuando ella muere, el idiota se convierte en el bien más codiciado por sus parientes, que se lo rifan para intentar vivir a su costa.

Es en la explotación del niño donde radica el horror de la obra. En Divinas Palabras el espanto predomina sobre la crueldad, trasfondo de esta tragicomedia, en la que honor y adulterio salpican también la trama. Pero el idiota no es el único protagonista. El propio Valle subrayó en su día "la acción colectiva de la masa coral" y es ese mundo coral, compuesto por el pueblo y los mendigos, el verdadero protagonista de la obra. Personajes sórdidos y miserables (a veces incluso sin nombre: mujerucas, brujas, soldados, viejas y mozas…) que gritan sobre el escenario y a los que en ocasiones da vida un mismo actor.

Las acotaciones escénicas, típicas del teatro de Valle Inclán y de los dramaturgos expresionistas alemanes, tienen en Divinas Palabras especial calidad literaria y evocadora. Por ello, y para romper con la tensión que el espectáculo genera en el público, la compañía ha querido que el espectador escuche algunas de ellas. Una pincelada impresionista dentro de esta obra maestra del Expresionismo español.

ATALAYA

Atalaya es compañía concertada con la Junta de Andalucía y una de las cinco de todo el país con mayor consideración por el Instituto Nacional de Artes Escénicas (INAEM) del Ministerio de Cultura.

La compañía funciona como equipo de investigación teatral desde su creación, en 1983. En este tiempo, ha recorrido medio millar de ciudades de una treintena de países (la mayoría de habla no hispana) y participado en cerca de 150 festivales. Su último gran éxito ha sido precisamente en el Fringe Festival de Beijing (China), donde, por primera vez, Valle ha sido representado con subtítulos en mandarín.

El actual equipo estable de Atalaya ha obtenido una veintena de premios (incluido el Premio Nacional de Teatro, 2008, que recibió coincidiendo con su 25 aniversario. Desde su creación en 1946, fue la primera vez que el galardón recayó fuera de Madrid o Barcelona); por obras como Ariadna, Medea, Elektra o la propia Divinas Palabras.

En esta última, Atalaya ha profundizado en la clave del grotesco, con predominio, en algunas escenas y personajes, de la crueldad, de lo onírico o de lo festivo. Para ello ha contado con la ayuda de algunos maestros: Karuna Nair y Joh Kalamandalam (Teatro Kathakali, India), I Made Djimat (Teatro de Bali), Genadi Bodganov (Biomecánica, Rusia), Claudia Contin (Comedia del Arte, Italia) y Pei YangLin y Guo JingChun (Ópera de Pekín), influyen en la construcción de los personajes.

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