SALT (Girona), 1 de octubre de 2011 | Cartas al Director |
Los rectores de las universidades públicas han hecho saltar las alarmas: el modelo entrará en colapso si los recortes se prolongan en 2012. La falta de dinero disparará su endeudamiento y provocará que no puedan pagar a proveedores. La situación es límite y las respuestas deben ser urgentes para evitar un hundimiento que eche por tierra el esfuerzo de adaptación a Bolonia. Hacen bien los rectores en dar la alarma, pero son ellos los primeros que deben dar ejemplo de rigor, austeridad y eficacia. Y es que, también las universidades siente la crisis. Tal vez sea el momento de hacer un diagnóstico sobre ellas y obrar en consecuencia.
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