Las Palmas de Gran Canaria (Canarias), 26 de enero de 2016 / Artículo de Opinión / Antonio Rodríguez Suárez - (Secretario General de SITCA).
Los trabajadores que dependen directamente de su puesto de trabajo en el sector agroalimentario ven peligrar el mismo debido principalmente a la situación de crisis tan grave que atraviesa el sector. Si a esto añadimos el cambio climático y el recorte de las exportaciones a Europa, la situación se complica aún más.
Miles de familias salen cada mañana de sus casas con la gran incertidumbre de si van a poder cobrar o no su salario, si van a ser o no despedidos debido a la situación actual, que no solo se vive en Canarias en particular, sino en el resto de España.
Cada mañana miles de personas, niños, mayores, jóvenes, mujeres y hombres están a la espera de que alguien les comente, les anime a seguir luchando y a no tirar la toalla en esta lucha que no cesará mientras nos quede un poco de sangre en las venas.
Durante muchos años desde la organización que represento, el sindicato SITCA, como secretario general, nos desvivimos, peleamos y transmitimos las ganas de seguir luchando hasta la extenuación, en nuestras reuniones, asambleas y encuentros, con cada una de las personas que trabajan y representan sindicalmente al sector agroalimentario de Canarias.
De todos es sabido que el tomate de Marruecos ha vuelto a hundir los mercados europeos y el de España y más específicamente el de Canarias. El país, en cuestión, no está respetando el Acuerdo de Asociación con la UE, que establece que las concesiones realizadas en el tomate tienen por objeto mantener sólo el nivel de las exportaciones marroquíes tradicionales a los mercados europeos pero al mismo tiempo evitar perturbaciones en los mismos. Según la Dirección General de Aduanas de la Comisión Europea, las importaciones de tomate de Marruecos, en las dos primeras semanas de enero de 2016, han totalizado 25.471 toneladas, con un crecimiento del 75% en comparación con el mismo periodo del año pasado, lo que ha provocado el colapso del mercado comunitario y el hundimiento de los precios de la oferta de los productores de España.
Por si esto fuera poco el pepino también está pasando por sus peores momentos ya que sus exportaciones también están afectadas por el cambio climático en Europa. Más del 30% de la exportación del producto ha caído debido al invierno europeo tan cálido al que estamos asistiendo en estos momentos. Paradójicamente, el tomate y el pepino se encuentran en tercer lugar por volumen de ingresos, tras el turismo y el plátano, además de la importancia en la generación de empleo que genera, dicen los expertos.
¿Qué pasa entonces con los trabajadores que, entre sudor y lágrimas, realizan su trabajo en el sector hortofrutícola en Canarias, incluido en mucho de los casos, sábados y domingo, mientras nuestros políticos y empresarios durante tres días se jactan de decir en el recinto ferial Messe Berlín, Feria agrícola mundial, que tiene lugar cada año, que nuestros productos, plátano, tomate y pepinos, etc son los mejores del mundo.?.
¿De qué forma se revierte este importante volumen de producto en puestos de trabajo?. ¿Están los políticos velando por satisfacer las necesidades de nuestros trabajadores en el sector agroalimentario de Canarias donde los impagos de hipotecas, de luz y agua…. falta de liquidez para hacer algo tan sencillo e imprescindible como hacer una compra de comida?.
¿Dónde y de qué forma nos defienden nuestros políticos, representantes de la voluntad soberana del pueblo?, o ¿es que quieren, por intereses concretos, que la Agricultura desaparezca en Canarias?.
Federaciones de fruta, verduras, de hortalizas, flores y plantas vivas, representantes de la Agricultura del Gobierno de Canarias, empresarios y sectores financieros, se dieron cita en Berlín donde han manifestado el compromiso de seguir cumpliendo con este subsector y diseñar conjuntamente la estrategia para el periodo 2015/2020.
Familias enteras que dependen directamente de su puesto de trabajo en el sector agroalimentario ven que, debido principalmente a la situación de crisis tan grave que atraviesa el sector, van a seguir pasando hambre y miseria en la Agricultura en Canarias. Si a esto añadimos el cambio climático y el recorte de las exportaciones a Europa, la situación se agrava aún más. Estos no es para nosotros, como sindicato, lo advierto y reitero, obstáculo alguno para seguir peleando por nuestra gente, nuestros trabadores, por nuestras familias que viven exclusivamente y toda la vida lo han hecho, del sector agroalimentario en Canarias, para mejorar sus condiciones económicas, laborales y sobre todo garantizar que no les falte lo más básico, el cobro de sus salarios.
Desde SITCA peleamos desde el lunes hasta el domingo porque en cada casa de los trabajadores no falte un trozo de pan, techo, luz y agua para seguir afrontando la situación tan delicada por la que el sector agroalimentario en Canarias sigue atravesando y que desde el sindicato calificamos de auténtica emergencia social. No vamos a parar hasta que se consiga que se respete, como hace Europa, a sus agricultores.
Los trabajadores que dependen directamente de su puesto de trabajo en el sector agroalimentario ven peligrar el mismo debido principalmente a la situación de crisis tan grave que atraviesa el sector. Si a esto añadimos el cambio climático y el recorte de las exportaciones a Europa, la situación se complica aún más.
Miles de familias salen cada mañana de sus casas con la gran incertidumbre de si van a poder cobrar o no su salario, si van a ser o no despedidos debido a la situación actual, que no solo se vive en Canarias en particular, sino en el resto de España.
Cada mañana miles de personas, niños, mayores, jóvenes, mujeres y hombres están a la espera de que alguien les comente, les anime a seguir luchando y a no tirar la toalla en esta lucha que no cesará mientras nos quede un poco de sangre en las venas.
Durante muchos años desde la organización que represento, el sindicato SITCA, como secretario general, nos desvivimos, peleamos y transmitimos las ganas de seguir luchando hasta la extenuación, en nuestras reuniones, asambleas y encuentros, con cada una de las personas que trabajan y representan sindicalmente al sector agroalimentario de Canarias.
De todos es sabido que el tomate de Marruecos ha vuelto a hundir los mercados europeos y el de España y más específicamente el de Canarias. El país, en cuestión, no está respetando el Acuerdo de Asociación con la UE, que establece que las concesiones realizadas en el tomate tienen por objeto mantener sólo el nivel de las exportaciones marroquíes tradicionales a los mercados europeos pero al mismo tiempo evitar perturbaciones en los mismos. Según la Dirección General de Aduanas de la Comisión Europea, las importaciones de tomate de Marruecos, en las dos primeras semanas de enero de 2016, han totalizado 25.471 toneladas, con un crecimiento del 75% en comparación con el mismo periodo del año pasado, lo que ha provocado el colapso del mercado comunitario y el hundimiento de los precios de la oferta de los productores de España.
Por si esto fuera poco el pepino también está pasando por sus peores momentos ya que sus exportaciones también están afectadas por el cambio climático en Europa. Más del 30% de la exportación del producto ha caído debido al invierno europeo tan cálido al que estamos asistiendo en estos momentos. Paradójicamente, el tomate y el pepino se encuentran en tercer lugar por volumen de ingresos, tras el turismo y el plátano, además de la importancia en la generación de empleo que genera, dicen los expertos.
¿Qué pasa entonces con los trabajadores que, entre sudor y lágrimas, realizan su trabajo en el sector hortofrutícola en Canarias, incluido en mucho de los casos, sábados y domingo, mientras nuestros políticos y empresarios durante tres días se jactan de decir en el recinto ferial Messe Berlín, Feria agrícola mundial, que tiene lugar cada año, que nuestros productos, plátano, tomate y pepinos, etc son los mejores del mundo.?.
¿De qué forma se revierte este importante volumen de producto en puestos de trabajo?. ¿Están los políticos velando por satisfacer las necesidades de nuestros trabajadores en el sector agroalimentario de Canarias donde los impagos de hipotecas, de luz y agua…. falta de liquidez para hacer algo tan sencillo e imprescindible como hacer una compra de comida?.
¿Dónde y de qué forma nos defienden nuestros políticos, representantes de la voluntad soberana del pueblo?, o ¿es que quieren, por intereses concretos, que la Agricultura desaparezca en Canarias?.
Federaciones de fruta, verduras, de hortalizas, flores y plantas vivas, representantes de la Agricultura del Gobierno de Canarias, empresarios y sectores financieros, se dieron cita en Berlín donde han manifestado el compromiso de seguir cumpliendo con este subsector y diseñar conjuntamente la estrategia para el periodo 2015/2020.
Familias enteras que dependen directamente de su puesto de trabajo en el sector agroalimentario ven que, debido principalmente a la situación de crisis tan grave que atraviesa el sector, van a seguir pasando hambre y miseria en la Agricultura en Canarias. Si a esto añadimos el cambio climático y el recorte de las exportaciones a Europa, la situación se agrava aún más. Estos no es para nosotros, como sindicato, lo advierto y reitero, obstáculo alguno para seguir peleando por nuestra gente, nuestros trabadores, por nuestras familias que viven exclusivamente y toda la vida lo han hecho, del sector agroalimentario en Canarias, para mejorar sus condiciones económicas, laborales y sobre todo garantizar que no les falte lo más básico, el cobro de sus salarios.
Desde SITCA peleamos desde el lunes hasta el domingo porque en cada casa de los trabajadores no falte un trozo de pan, techo, luz y agua para seguir afrontando la situación tan delicada por la que el sector agroalimentario en Canarias sigue atravesando y que desde el sindicato calificamos de auténtica emergencia social. No vamos a parar hasta que se consiga que se respete, como hace Europa, a sus agricultores.